En la actualidad se habla
mucho de la evolución del e-Learning, de los beneficios y los aportes que ha
realizado a la educación, sin embargo hay muy pocos estudios que respaldan un
fenómeno que afecta de igual manera a la educación tradicional, como lo es la
“deserción”. ¿Cuántas personas se han inscrito a un curso virtual y se
desmotivan al ver que no era lo que imaginaban? Varios autores coinciden
en que el estudio de la deserción en e-Learning es muy complejo, considerando
que hay una diversidad de factores que lo promueven.
Si analizamos estos factores podríamos resumirlos en, aspectos
tecnológicos; ya que el estudiante puede enfrentarse con fallas técnicas
difícil acceso a internet o falta de conocimiento para instalar el software
requerido para visualizar los cursos.
Aspectos metodológicos, el estudiante tiene una percepción
errónea de las modalidades y variantes virtuales existentes (b-learning,
c-Learning, d-Learning, etc.) y aspectos de diseño de curso o relacionados a la
estrategia de implementación, el estudiante encuentra contenidos no adecuados,
mal diseñados y una sobrecarga de lectura.
En función de estos últimos aspectos, se puede decir que no
existen buenas prácticas para el diseño de un curso virtual por ende no se
puede evitar la deserción del mismo. Se
considera que el diseño de un curso debería tener los siguientes puntos.
1.
Curso de Inducción: Antes de iniciar un curso virtual,
debería ser obligatorio para todos los estudiantes participar en un curso de
inducción, en donde ellos se familiaricen con la plataforma.
2.
Ruta de Aprendizaje: Dar a conocer desde el inicio, cual será
la ruta que seguirá el estudiante para alcanzar los objetivos trazados en el
curso.
3.
Aspecto Social: Una de las principales causas de la
deserción es la falta de comunicación y retroalimentación por parte del
catedrático hacia el estudiante, es importante generar interacción entre todos
los actores del proceso de aprendizaje.
4.
Monitoreo y Seguimiento: En muchas ocasiones el estudiante
abandona el curso, sin que el catedrático y/o compañeros se percaten, es decir,
de forma silenciosa los participantes se desmotivan y no continúan con sus
estudios.
Dentro del contexto del
diseño del curso puedo mencionar:
1. Modelo de Implementación: Utilizar un modelo educativo
se hace indispensable. Entre los modelos más utilizados se encuentra, el modelo
ADDIE (Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación, Evaluación) utilizado para
diseñar los contenidos, el modelo de Kirckpatrick para la evaluación de la
formación, y el modelo Gilly Salmon, para el diseño de
e-Actividades/e-moderación.
2. Estilos de Aprendizaje: Esta comprobado que no todos aprendemos
de la misma manera, se encuentran los Auditivos, Visuales y Kinestésicos y en
la modalidad e-Learning no es la excepción. Una de las dificultades a mi
parecer que tiene el modelo e-Learning versus el modelo tradicional, es que uno
como catedrático puede reconocer desde el primer día de clase las
características de los estudiantes, y por ende dirigir el curso conforme avance
el grupo.
3. Analogía de una Capsula: A la hora de diseñar siempre utilice una
“tabla de tiempo” para estimar el porcentaje de dedicación por parte del
estudiante a la hora de realizar todas las actividades solicitadas, su
estimación será la mejor aproximación: Después de haber impartido el curso, en
el momento de evaluar, incluya una pregunta para que le indiquen algunos
aproximados de tiempo de dedicación, seguro que aportara mucho para la próxima
vez que imparta el curso.
4. Rubrica de
Evaluación: Es importante que se cuente con una rúbrica de
evaluación para todas las tareas que solicitará a lo largo del curso y más
importante aún, compartirla con todos los estudiantes.