miércoles, 17 de febrero de 2016

BUENAS PRÁCTICAS PARA EL DISEÑO DE CURSOS VIRTUALES

En la actualidad se habla mucho de la evolución del e-Learning, de los beneficios y los aportes que ha realizado a la educación, sin embargo hay muy pocos estudios que respaldan un fenómeno que afecta de igual manera a la educación tradicional, como lo es la “deserción”. ¿Cuántas personas se han inscrito a un curso virtual y se desmotivan al ver que no era lo que imaginaban?  Varios autores coinciden en que el estudio de la deserción en e-Learning es muy complejo, considerando que hay una diversidad de factores que lo promueven.

Si analizamos estos factores podríamos resumirlos en, aspectos tecnológicos; ya que el estudiante puede enfrentarse con fallas técnicas difícil acceso a internet o falta de conocimiento para instalar el software requerido para visualizar los cursos.

Aspectos metodológicos, el estudiante tiene una percepción errónea de las modalidades y variantes virtuales existentes (b-learning, c-Learning, d-Learning, etc.) y aspectos de diseño de curso o relacionados a la estrategia de implementación, el estudiante encuentra contenidos no adecuados, mal diseñados y una sobrecarga de lectura.

En función de estos últimos aspectos, se puede decir que no existen buenas prácticas para el diseño de un curso virtual por ende no se puede  evitar la deserción del mismo. Se considera que el diseño de un curso debería tener los siguientes puntos.

1.    Curso de Inducción: Antes de iniciar un curso virtual, debería ser obligatorio para todos los estudiantes participar en un curso de inducción, en donde ellos se familiaricen con la plataforma.
2.    Ruta de Aprendizaje: Dar a conocer desde el inicio, cual será la ruta que seguirá el estudiante para alcanzar los objetivos trazados en el curso.

3.    Aspecto Social: Una de las principales causas de la deserción es la falta de comunicación y retroalimentación por parte del catedrático hacia el estudiante, es importante generar interacción entre todos los actores del proceso de aprendizaje.

4.    Monitoreo y Seguimiento: En muchas ocasiones el estudiante abandona el curso, sin que el catedrático y/o compañeros se percaten, es decir, de forma silenciosa los participantes se desmotivan y no continúan con sus estudios.
Dentro del contexto del diseño del curso puedo mencionar:

1. Modelo de Implementación: Utilizar un modelo educativo se hace indispensable. Entre los modelos más utilizados se encuentra, el modelo ADDIE (Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación, Evaluación) utilizado para diseñar los contenidos, el modelo de Kirckpatrick para la evaluación de la formación, y el modelo Gilly Salmon, para el diseño de e-Actividades/e-moderación.

2. Estilos de Aprendizaje: Esta comprobado que no todos aprendemos de la misma manera, se encuentran los Auditivos, Visuales y Kinestésicos y en la modalidad e-Learning no es la excepción. Una de las dificultades a mi parecer que tiene el modelo e-Learning versus el modelo tradicional, es que uno como catedrático puede reconocer desde el primer día de clase las características de los estudiantes, y por ende dirigir el curso conforme avance el grupo.

3. Analogía de una Capsula: A la hora de diseñar siempre utilice una “tabla de tiempo” para estimar el porcentaje de dedicación por parte del estudiante a la hora de realizar todas las actividades solicitadas, su estimación será la mejor aproximación: Después de haber impartido el curso, en el momento de evaluar, incluya una pregunta para que le indiquen algunos aproximados de tiempo de dedicación, seguro que aportara mucho para la próxima vez que imparta el curso.


4. Rubrica de Evaluación: Es importante que se cuente con una rúbrica de evaluación para todas las tareas que solicitará a lo largo del curso y más importante aún, compartirla con todos los estudiantes.